Los
romanos fueron los herederos de los antiguos griegos y llegaron a conformar una
poderosa civilización que
surgió aproximadamente en el año 500
a.c. y sobrevivió a lo largo de mil años.
Para comprender la civilización romana
empecemos viendo su organización social. En un principio en Roma gobernaban los
aristócratas, denominados
patricios, palabra que significa, padres de la ciudad. Además de los patricios
en Roma vivían los plebeyos, pero
ellos no podían casarse con los patricios, ni podían ocupar cargos de poder en
el Imperio.
Igualmente
era enorme la desgracia del plebeyo que no tuviera cómo pagarle sus deudas a un
patricio en el plazo fijado: se convertía en esclavo de su acreedor. Luego los
plebeyos empezaron a reclamar sus derechos e iniciaron una lucha que duro
varios siglos, tras la cual consiguieron tener los mismos derechos que los
patricios; ganando el estatus de
ciudadanos. En general cuando hablamos de los romanos estamos refiriéndonos a
una sociedad de agricultores, dueños de extensos pastizales y campos de
cultivo. Es decir hombres de campo. Aunque en Roma existían ciudades, en las
que se concretaba el poder político del Imperio, casi toda la población vivía
en el campo.
La República
Pasando al
tema de la organización política de
Roma debemos entender dos grandes etapas: la República y el Imperio. La palabra
República significa "la cosa del pueblo". El pueblo estaba conformado
por los ciudadanos, los cuales expresaban su voluntad en el Foro y en las
asambleas populares llamadas Comicios, en
las que se votaban las leyes y se elegían los magistrados. Se trataba, sin
embargo, de una democracia en la que sólo podía participar una parte de la
población, es-decir-los ciudadanos ricos.
Durante
la República los máximos gobernantes fueron los magistrados. Ellos
para ocupar ese cargo primero debían haber sido elegidos cuestores, quienes
manejaban las finanzas del
Estado. Luego
tenían que ser ediles, los
cuales estaban encargados del aprovisionamiento de los servicios públicos de
Roma. Finalmente tenían que ser pretores, es decir jueces^ para luego acceder a
las magistraturas superiores. Junto a los magistrados, funcionaba
un Senado, que
estaba compuesto por unos 300 antiguos magistrados.
En
la práctica, el Senado fue el amo de la política romana pues tenía sobre los
magistrados la inmensa ventaja de ser una autoridad permanente y de congregar a
los ciudadanos que estaban más informados de los asuntos públicos.
Nosotros
somos herederos de muchas instituciones políticas de los romanos, por ejemplo
en la actualidad todos los estudiantes que cursan su primeros semestres de
derecho, deben tomar la materia derecho romano. Esta exigencia obedece a que
romanos son los padres de nuestras actuales leyes. Ellos tenían sus leyes
inscritas en doce tablas de bronce colocadas en la plaza de mercado. Lo que
aparecía en ellas, en palabras escuetas y severas, se aplicaba. Sin excepción.
Y también sin compasión, sin concesiones, pues eran las leyes de su antigua
patria. Y por eso mismo se trataba de leyes justas.
El Imperio romano
Con los siglos los romanos lograron
convertirse en un poderoso Imperio, gracias
a la buena administración de sus gobernantes y sobre todo porque contaban con
un poderoso ejército que mantenía la unión de su Estado. Además, comparados con
otros pueblos los romanos contaban con adelantos tecnológicos y culturales que les hizo posible imponerse sobre otras civilizaciones. Como Roma se había convertido en una ciudad poderosa, las demás ciudades de la
actual Italia se habían aliado a ella. Las exitosas alianzas y conquistas de
Roma la convirtieron en la dueña y señora del Mediterráneo. Los romanos aceptaban gustosos las alianzas.
Pero, si sus aliados tenían alguna vez una opinión distinta de la suya y no les seguían, se declaraba la guerra. Las compañías romanas, llamadas legiones, vencieron casi siempre y con la victoria imponían una romanización de los pueblos
conquistados.
Es decir, los romanos impusieron su cultura en
todas sus colonias. A los países vencidos Roma les impuso el servicio militar
obligatorio y pesado impuestos.
Los
países conquistados por las legiones hicieron que el Imperio creciera, cada vez
más de prisa. Era tanto el poder militar de los romanos que lograron extender
el Imperio así: por el occidente hasta la actual Francia y Bélgica, al oriente
hasta Hungría, por el norte hasta el Rhin y el Danubio y al sur hasta el norte
de África.
Cada
campaña militar proporcionaba números esclavos que se convertían en una mano de
obra abundante y barata. Aunque la República fue sacudida por tremendas rebeliones de
esclavos.
Las conquistas de Roma, hicieron que los
romanos abandonarán la vida sencilla y austera que
los había caracterizado y adoptaron con frenesí el lujo y los placeres que les
fueron revelados en su contacto con Grecia y Oriente. Pronto la violencia y la
pobreza empezaron a extenderse por toda la República.
El
Senado y los ediles, para mantener distraída a la plebe, multiplicaron los
espectáculos públicos gratuitos: representaciones teatrales, combates de gladiadores,
carreras de carros en el circo. La política para con el pueblo fue de pan y
circo.
Con
el auge de Roma la República se transformó en un Imperio. En esa etapa el poder
político y militar e incluso el religioso concentró en una persona, el emperador.
Estos
gobernantes son recordados con el nombre de los cesares. Y su importancia
dentro de la historia de occidente que algunos meses de nuestro calendario son
un homenaje a estos personajes. Por ejemplo el mes julio, se llama así para
recordar a Cayo Julio César y el mes agosto es una dedicación a Cesar
Octaviano Augusto.
Pero
el esplendor de Roma empezó a opacarse. Hacia el año 375 una gran cantidad de pueblos empezaron atacar al
Imperio y pronto la presión de los que llamados bárbaros se hizo irresistible.
Aterrorizados
por la llegada de los Hunos, pueblos venidos de Asia, los visigodos y otros
pueblos germánicos que se lanzaron contra el Imperio, los romanos empezaron a
perder poder militar.
Esa
situación hizo que Roma optará por utilizar esclavos o soldados extranjeros
para defenderse con el inconveniente que ese ejército no sentía ninguna lealtad
hacia el emperador. Por otro lado los campesinos de las provincias no
podían pagar ya los impuestos y se rebelaban contra los propietarios de
tierras.
Adicional-mente
por entonces surgió una poderosa fuerza que empezó a debilitar el Imperio, el
cristianismo. En aquella época de espantosa miseria en la que, además el país
era arrasado por
pestes y
bandidos, muchas personas encontraron consuelo en las enseñanzas de la buena
nueva, del evangelio.
Entonces, la nueva religión puso en tela de
juicio la tradicional adoración de
muchos dioses que los romanos practicaban
y sobre todo se opuso a la idea de que el poder del emperador fuera
mayor que el poder divino.
Como era de
esperarse los emperadores empezaron un combate contra los cristianos, pues sus
creencias estaban en contradicción con la tradición espiritual de Roma.
Finalmente,
la crisis del ejército romano, la pobreza, las invasiones de los bárbaros y la popularización
de las enseñanzas del cristianismo, hicieron que el Imperio llegará a su fin.
esta muy bien uno aprende mucho gracias profe
ResponderEliminaresta muy bien uno aprende mucho gracias profe
ResponderEliminarPREFE GRACIAS USTED ES EL MEJOR
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